Hace justo un año publiqué un post sobre el viaje que realizamos mi colega la Dra. María Martinón y quién escribe al interior de China. Pudimos visitar los yacimientos de Daoxian y Hualong. Los resultados de aquel viaje no pudieron ser más favorables. No solo tuvimos la fortuna de recorrer regiones desconocidas para muchos occidentales, sino que el estudio de los materiales y el yacimiento de Daoxian fue en fecha reciente objeto de una publicación en la revista “Nature” (post de 12 de Octubre de 2015).
La visita al yacimiento de Hualong tenía como objetivo conocer las primeras prospecciones de un lugar perdido de la provincia de Henan, en la región centro- oriental de este inmenso país. Las zonas rurales de esta y otras provincias de China viven por fortuna alejadas de la grandes urbes, y todavía puedes apreciar la extrema hospitalidad de sus gentes, de vida muy sencilla y herederas de una cultura milenaria.
En un apartado rincón de un lugar paradisíaco y envueltos por una densa vegetación nuestros colegas y sus ayudantes de la aldea de afanaban por poner a punto un lugar, donde ya se habían encontrado numerosos restos de especies extinguidas con una antigüedad aproximada de entre 150.000 y 450.000 años. Un resto craneal, posiblemente de un humano, había despertado el interés de nuestros anfitriones del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de Pekín (IVPP). Durante nuestra breve estancia se encontró un canino humano de aspecto primitivo. Fue entonces cuando supimos que el yacimiento de Hualong estaría algún día en el mapa de los grandes hallazgos de la paleoantropología. No nos equivocamos.
Durante todo este años 2015 hemos mantenido correspondencia muy frecuente con nuestros colegas del IVPP a propósito de nuestros estudios conjuntos. En el mes de julio los profesores Liu Wu y Wu Xie-jie visitaron los yacimientos de la sierra de Atapuerca, poco antes de continuar sus excavaciones en Daoxian y Hualong. Sus campañas duran varios meses, porque los yacimientos son pequeños y necesitan poca gente para su explotación. Pero el tamaño de un yacimiento no es importante, si la fortuna te acompaña con grandes hallazgos. Esto es lo que acaba de suceder en Hualong hace pocas semanas. Además de restos humanos de menor entidad, se ha encontrado un cráneo muy completo que, de momento, solo ha sido dado a conocer en los medios de comunicación. La limpieza, reconstrucción y estudio de este cráneo llevará un cierto tiempo. Pero su publicación ocupará dentro de unos años la portada de alguna revista científica de mucho impacto.
Falta todavía un estudio de la geología del yacimiento y dataciones por alguno de los métodos que se utilizan en geocronología. Se que tardaremos en verlo publicado y confiamos en realizar un seguimiento de su estudio, así como de otros restos que a buen seguro aparecerán en este lugar en los próximos años. De momento nos quedaremos con la imagen del cráneo rodeado de sedimento, que recuerda a otros cráneos de finales del Pleistoceno Medio. En nuestra retina aún persisten las impresiones visuales del lugar y de las personas que se afanaban en realizar la limpieza de los sedimentos removidos. Pero, sobre todo, recordaremos siempre la maravillosa acogida de las gentes de aquel lugar, que no tardarán en ver el nombre de su aldea perdida en los libros de texto.
Impresionante articulo; no solo por el contenido sino por la manera de narrarlo; transmite la ilusión y la aventura en si misma y del descubrimiento humano; ese sentimiento de fresca curiosidad y de expedición victoriana, hacia una de las fronteras mas emocionantes del ser humano; su propio descubrimiento; en muchas facetas; que además ojalá nos ayude a no repetir nuestra historia o en este caso prehistoria y quizá nos ayude a comprender como sobrevivimos a determinados eventos y qué debemos hacer para sobrevivir a otros que se nos plantean, de todas clases (pandemias, cambios climáticos, guerras, etc.) . Un abrazo; les felicito. aprovecho también para felicitar a todo el equipo de quo, desde Lorena a Dario.
Buena suerte y buenas noches.
El hombre de Piltdown.
Buenos días José María.
Como siempre, interesante y muy pedagógica tu última entrega (me gusta más esta palabra que la de post).
Tengo una crítica cariñosa y constructiva: se echa de menos una mayor frecuencia de las entregas en el Blog Científico del MEH; la última, de mediados de octubre, la firmaba María Martinón, y era casualmente sobre los hallazgos dentales en la cueva de Fuyan.
Intento seguirte y leer todo lo que escribes desde que asistí a una conferencia que impartiste, allá por el Pleistoceno, en la Academia de Medicina de Madrid, sobre un estudio del oído interno de los, entonces denominados, heidelbergensis de la Sima de los Huesos. Un saludo de un galeno enamorado de la Paleoantropología.
Antonio Rebollo
Estimado Antonio, muchas gracias por tu comentario. Cierto es que me prodigo poco en el blog del MEH. La explicación es muy sencilla. Escribir en este blog se hace por invitación. A mi me suelen pedir un par de textos al año, porque les gusta la diversidad de autores. Muchas gracias, de verdad, por seguir lo que se escribe sobre la evolución humana.
Estimado «Hombre de Piltdown» (un pseudónimo muy bien elegido, por cierto). Muchísimas gracias por tu comentario. Verdaderamente, me siento muy afortunado por haber participado de manera directa en muchos hallazgos, tanto en Atapuerca como en otros yacimientos. Es apasionante encontrarte cara a cara con un ancestro de miles de años. Se que cada uno tiene su pasión y lo bueno es poder disfrutarla. Me gustaría que mucha gente compartiera esta pasión y se olvidara de aspectos como la codicia, la violencia, etc., que no conducen a nada. Puedes ser feliz en la vida con cosas muy sencillas. Encontrar un cráneo de hace miles de años es un acto sencillo, pero el subidón es difícil de entender y, además, es un hecho compartido por todo un equipo.