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Tras seis semanas de duro trabajo la campaña de 2016 en los yacimientos de la sierra de Atapuerca ha llegado a su fin. Y, el hallazgo de este año ha sido espectacular y ha sucedido casi en «los minutos de descuento» de la excavación. Pero, no adelantemos acontecimientos, y vayamos por partes.

Como suele suceder por estas tierras burgalesas, los días de intenso calor se han alternado con días de mucho frio y viento de norte. Estos cambios tan bruscos alteran en gran medida el ritmo de trabajo. Pero el equipo de veteranos está acostumbrado a estos rigores climáticos y los hallazgos aportan su calor cuando la temperatura no sube de los 15 grados. Veamos algunos de los resultados más relevantes de la campaña 2016, que se recordará como un nuevo hito histórico en la investigaciones de Atapuerca.

El nivel TD10 toca a su fin, después de 22 años de grandes descubrimientos decisivos para la comprensión del Pleistoceno Medio de Europa. Tan solo ha quedado por excavar el último tramo (TD10.4). La parte más elevada de este subnivel parece ofrecer una nueva concentración de restos fósiles e industria lítica. Todo apunta a que veremos ese final en la campaña de 2017. Los resultados son incontestables: la tecnología achelense más clásica formó parte del utillaje de los homininos de la península Ibérica de hace unos 400.000 años.

En el yacimiento de Galería vuelven a surgir hallazgos tan espectaculares como los que vimos en los años 1980s e inicios de los 1990s. Aunque esperados, esos hallazgos están animando al grupo que excava por segunda vez en este lugar. Recordemos que en 1995 se puso fin a la primera etapa de Galería, con la guinda del hallazgo de un fragmento de parietal humano. La lógica sugiere que este resto humano representa parte de lo que quedó de la caza de un gran carnívoro (posiblemente el león: Panthera leo fossilis). Si así fue, puede haber más restos humanos hacia en interior de la cavidad, donde se excavará en la campaña de 2017 y sucesivas.

El esfuerzo realizado en el yacimiento de la Sima del Elefante ha sido impresionante por parte del equipo que interviene desde hace años en este lugar. Los resultados no han sido lo esperados. Excepto por la constatación de que los humanos vivían en estos parajes hace más de 1,2 millones años gracias al hallazgo de algunas herramientas aisladas, el registro se hace cada vez más pobre a medida que se profundiza en el tiempo. No es tampoco un mal dato, porque permite inferir el comportamiento de estas poblaciones europeas tan antiguas. El nivel TE9 de la Sima del Elefante parece haber puesto techo a la antigüedad de los homininos en la sierra de Atapuerca. Si el nivel TE7, donde aparece algunos de fósiles de mamíferos, no ofrece resultados positivos para corroborar la presencia humana en épocas más remotas del Pleistoceno Inferior tendremos que aceptar como hipótesis a rebatir que el primer poblamiento de Europa no sucedió antes de 1,5 millones de años.

En cambio, cobra fuerza la hipótesis de que Homo antecessor (850.000 años) pudo representar una nueva oleada de población hacia Europa. Es muy probable que estos homininos se hicieran con el control de la parte habitable del continente, tal vez asimilando genéticamente a los primeros pobladores. Así lo atestigua el hallazgo de herramientas en toda la secuencia inferior del yacimiento de la Gran Dolina (niveles TD5 y TD4), que se encuentran próximos a un millón de años. Estos hallazgos parecen certificar que los primeros europeos resistieron el paso del tiempo durante milenios hasta la llegada de una nueva población de características biológicas y culturales diferentes.

Como no podía ser de otra manera, el yacimiento de la Sima de los Huesos ha seguido ofreciendo restos humanos. En estas últimas campañas el equipo ha tratado de delimitar el área donde se ha encontrado un mayor número de restos. No es tarea sencilla cuando se trabaja en un espacio reducido, a más de 50 metros de profundidad y con poco oxígeno. Pero hay que seguir realizando esfuerzos para dominar un yacimiento tan complejo, que seguirá dando alegrías durante muchos años. No puede pasar mucho tiempo sin que el equipo que excava este lugar tome una decisión sobre el nombre de la especie cuya colección casi alcanza la impresionante cifra de 7.000 restos humanos registrados. Una vez descartado el nombre de Homo heidelbergensis es tiempo de decisiones, que podrían llegar en los próximos 12 meses antes de la campaña de 2017.

Vista general del yacimiento que se depositó en la Cueva del Fantasma. Una antigua cantera dejó al descubierto la mayor parte del yacimiento. En la imagen, el autor de estas líneas está acompañado por la geocronóloga Davinia Moreno, el geólogo Isidoro Campaña y la paleoantropóloga Cecilia García. En el fondo de la imagen también aparecen los geocronólogos Lee Arnold y Martina Demuro, que han tomado las primeras muestras para conocer la antigüedad de los niveles superiores del yacimiento. Foto: Lorena Busto Salinas.

Finalmente, la noticia ha estado en el nuevo yacimiento denominado “Cueva del Fantasma” o simplemente “Cueva Fantasma”. Los sondeos mecánicos realizados en 2015 en este lugar fueron muy positivos, incluyendo la presencia de una falange de herbívoro a unos 8,5 metros de profundidad en el propio testigo. Este resultado nos animó a limpiar los derrubios de una vieja cantera, de la que hablaré en otro momento con más tranquilidad. El día 21 de julio, las personas que realizaban este trabajo bajo la dirección del Dr. Josep Vallverdú localizaron un fragmento de hueso que tenía una aspecto muy familiar. A la mañana siguiente pudimos constatar que se trataba de una parietal humano. El nuevo sitio nos saluda con un hallazgo inesperado, quizá trascendental para el futuro de Atapuerca. Los primeros indicios apuntan a que este parietal pudo pertenecer a un homínido de finales del Pleistoceno Medio, seguramente posterior a los humanos de la Sima de los Huesos. La riqueza de este nuevo sitio es espectacular, con varios niveles fosilíferos y una extensión tres veces superior a la del yacimiento de la Gran Dolina.

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Parietal humano (lado derecho) recuperado en la Cueva del Fantasma. Durante los próximos meses se procederá a su limpieza y labores de conservación. Foto: Mario Modesto Mata.

Además de por este fabuloso descubrimiento, la campaña de 2016 se recordará como la más concurrida en 38 años. Nada menos que 284 excavadores han pasado por sus yacimientos por rigurosos turnos, representando a un total de 24 países. El futuro del Programa de Atapuerca parece tener buena salud, especialmente cuando se vislumbra en el horizonte una nueva etapa llena de esperanzas para los más jóvenes.

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Raedera recuperada durante las primeras labores de limpieza del yacimiento de la Cueva del Fantasma. La técnica utilizada en la fabricación de esta pequeña herramienta de sílex apunta a algún momento de finales del Pleistoceno Medio. Foto: Ana Isabel Ortega Martínez.

José María Bermúdez de Castro