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El Profesor Emiliano Aguirre (89 años) en el Palacio de Congresos de Tautavel, flanqueado por jóvenes investigadoras del equipo de Atapuerca: María Martinón Torres (a su izquierda) y Marina Martínez de Pinillos.

Como expliqué en un post anterior, la última semana de junio se celebró un coloquio internacional en Tautavel, en el sur de Francia, para conmemorar el 50 aniversario de la puesta en marcha de las excavaciones en el yacimiento de la cueva de Arago. Tras la visita al yacimiento, los asistentes al coloquio quedamos convencidos de que en 2064 los futuros responsables de las excavaciones podrán celebrar el primer centenario de este importante lugar.

Pocos invitados se perdieron el acontecimiento, que se convirtió en una verdadera “fiesta científica”. Los anfitriones y responsables actuales de las excavaciones, el matrimonio Henry y Marie Antoinette de Lumley, derrocharon una energía poco habitual en personas que ya han cumplido 80 años.

Con más años a sus espaldas (89), pero ya con algo menos de energía, tuvimos la fortuna de escuchar una ponencia del profesor Emiliano Aguirre, que no quiso perderse la fiesta. Hace 38 años uno de los doctorandos de Emiliano Aguirre, el ahora profesor Trinidad de Torres, encontró los primeros fósiles humanos en el yacimiento de la Sima de los Huesos de la sierra de Atapuerca. En 1976 Emiliano Aguirre era uno de los pocos científicos españoles con experiencia internacional, capacidad y empuje para liderar un proyecto científico, que puso en marcha en 1978 precisamente con el apoyo del matrimonio de Lumley. Una de las aspiraciones de Emiliano Aguirre era la de formar científicos españoles, capaces de abordar el estudio de la prehistoria y la evolución humana. No fue una misión sencilla, dada la precaria situación de la ciencia de nuestro país en aquellos tiempos.

Emiliano consiguió que algunos pudiésemos salir adelante y seguir su ejemplo de formar a jóvenes investigadores. La mejoría económica nos permitió dar un salto de gigante en la primera década del siglo XXI. El profesor Bernard Wood, uno de los científicos más relevantes en el ámbito de la evolución humana de la segunda mitad del siglo XX, comentó durante su intervención en el congreso de Tautavel que la expansión de la prehistoria en España había sido impresionante. Varias generaciones de especialistas avalan esta afirmación. Por un momento nos sentimos orgullosos del trabajo bien hecho. Sin duda, el más feliz en ese momento era el propio Emiliano Aguirre.

Sin embargo, los que ya peinamos canas desde hace algunos años sabemos que la última generación se puede perder por falta de oportunidades y dejar un vacío muy difícil de llenar.