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Hoy, 16 de junio, comenzamos una nueva campaña de excavación en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Energía e ilusión renovados, tras un año repleto de noticias científicas relacionadas con las investigaciones realizadas desde septiembre de 2015. Iniciamos el trabajo de campo con muchos objetivos. El nivel TD10 del yacimiento de la Gran Dolina nos dará nuevos datos, pero serán los últimos de una larga lista. Tras 24 años de intervenciones en este magnífico nivel, este año estaremos casi tocando su base. Ya se están publicando los resultados de TD10, que ha producido miles de herramientas de piedra y de restos de caza, despiece y consumo de diferentes especies de mamíferos. En particular, uno de sus “estratos arqueológicos” estaba repleto casi exclusivamente de restos de bisontes. Este hecho nos recuerda que algunos cazadores europeos del Pleistoceno Medio se especializaron en la caza de estos animales, como muchos miles de años más tarde lo hicieron los indígenas norteamericanos.

Resulta muy ilusionante ver el final de los trabajos en TD10. El nivel TD9 tiene poco espesor y los niveles TD8 y TD7 parece que solo conservan restos de animales. Si se confirma esta hipótesis, propuesta hace años tras la realización de un sondeo arqueológico, la intervención de estos niveles será más rápida. Sin apenas darnos cuenta nos encontraremos en pocos años recuperando más restos humanos de Homo antecessor y de sus herramientas en el nivel TD6. Para llegar a ese momento, se han realizado dataciones en todos los niveles de Gran Dolina por métodos diversos y se ha realizado un estudio geológico sumamente detallado de sus características geológicas. Ese estudio formará parte de una tesis doctoral. Cuando se lleve a cabo una nueva excavación de TD6 obtendremos los restos arqueológicos y paleontológicos con todas las garantías para realizar una trabajo modélico, a la altura de lo que se espera en un lugar tan emblemático para la evolución humana de Europa.

El yacimiento de Galería (TG) se excava por segunda vez, después de haber cumplido sus objetivos en 1995. La nueva forma de entender la evolución humana en Europa y los renovados métodos y técnicas de excavación permitirán obtener mucha más información del yacimiento de TG. No olvidemos que en 1995, como guinda final de aquella excavación, se localizó un fragmento de parietal humano justo en el borde del yacimiento cuya antigüedad está próxima a la de la Sima de Huesos. Cabe la posibilidad de que una parte del esqueleto de aquel humano del Pleistoceno Medio está esperando en la zona que ahora excavamos de nuevo.

El yacimiento de la cueva de la Sima del Elefante (TE) nos dio una enorme alegría en 2007, con el hallazgo del resto fósil más antiguo de Europa. Después de un esfuerzo impresionante para tratar de encontrar más restos de su antigüedad (1,2 millones de años), los resultados han sido negativos y muy frustrantes. Sin embargo no hay que perder la esperanza. En arqueología y paleontología no siempre se obtiene lo que uno quiere en el momento que uno desea, mientras que en otras ocasiones te llevas alegrías inesperadas.

En la Sima de los Huesos se trabaja con la ilusión de localizar nuevas concentraciones de fósiles humanos, que permitan engrandecer si cabe aún más la enorme colección de más de 6.500 restos de un mínimo de 28 individuos. Con independencia de batir un nuevo record, lo más importante desde el punto de vista científico es confirmar la antigüedad del yacimiento (en torno a los 430.000 años), mejorar la calidad de las descripciones geológicas en un lugar donde la luz artificial impide trabajar con precisión y obtener nuevos restos en condiciones de asepsia para la obtención de más ADN nuclear. En la Cueva Mayor siguen apareciendo herramientas de los neandertales. Dar con sus restos fósiles es solo cuestión de tiempo.

Los yacimientos del Holoceno seguirán ofreciendo datos y más datos, incluyendo los del ADN de los esqueletos de los pobladores neolíticos de la sierra de Atapuerca. En mi opinión, estos datos serán los primeros de un proyecto impresionante sobre este período de la península Ibérica. La excavación de yacimientos y galerías llenas de enterramientos está por llegar en un futuro próximo.

Y para finalizar, seguiremos prospectando en nuevos y prometedores yacimientos. La llamada Cueva del Fantasma comenzó a limpiarse en 2015 y terminaremos el trabajo en 2016. Los sondeos mecánicos en este lugar han sido más que prometedores. Estamos preparando el futuro de las excavaciones en este lugar privilegiado, que podrían producirse durante todo el siglo XXI. En definitiva, mucho trabajo por delante, mucha ilusión y el “bautismo arqueológico” para algunas decenas de estudiantes, que acudirán por primera vez a una excavación de estas características. Durante el mes de julio iré contando en este blog algunas de las incidencias más interesantes de la campaña.

Los geocronólogos Mathieu Duval (a la izquierda) y Josep María Parés tomando muestras para la datación del nivel TD6 durante el invierno de 2016. Fotografía: JM Bermúdez de Castro

José María Bermúdez de Castro